entrevista publicada en
el fanzine El Rincón
Eléctrico
(abril-1999)
-fragmento-
|
EL
RINCON ELECTRICO: Edificar tu propio universo, ¿es
una necesidad o quizás una simple consecuencia?
SCHWARZ:
Yo siempre he dicho que hago música por
necesidad, y creo que todo músico, por el simple
hecho de serlo, tiene un universo propio. Quizá el
mío sea aparentemente más personal, pero eso no lo
hace más propio que el de otra gente.
ERE:
Existe una cierta anarquía expresiva a lo largo de
todo el disco en cuanto a forma y contenido.
SCHWARZ:
La anarquía y el caos son un vehículo expresivo
inagotable, porque son imprevisibles, inquietos,
inaprehensibles. Una estructura caótica te sorprende
a cada escucha. Y también es salvaje, como lo es el
punk, juvenil, sin domesticar, y por eso me gusta.
Aunque, sinceramente, no todo en el disco es
anarquía. En el fondo toda esa anarquía está
expuesta de forma ordenada. Quizá mi objetivo sea el
que ya enunció Robert Fripp a propósito de King
Crimson: organizar el caos.
ERE: A
la hora de componer y dar a luz tus ideas, ¿tienes
una visión clara de lo que está naciendo? ¿Empleas
mucho tiempo en ornamentar las composiciones?
SCHWARZ:
No soy un compositor metódico, así que no todos
los temas surgen de la misma manera. A veces empiezan
con un acorde de guitarra, a veces con un simple
ruido, a veces con un ritmo que me ronda
obsesivamente la cabeza. Del mismo modo, algunos
arreglos están muy claros desde el principio
mientras que para otros voy probando diferentes
cosas. Lo que sí te puedo decir es que sólo doy un
tema por finalizado cuando siento que no podría
terminarse de otro modo más que como lo he hecho.
ERE:
Es evidente que te molestará la catalogación de
revivalista.
SCHWARZ:
Si piensas que el disco es revivalista es que
tienes un problema auditivo serio.
ERE:
En algunos fragmentos de tu música jugueteas con la
hipnosis, un retorcido fluir drónico capaz de
reportar al oyente una nueva sensación con la que
experimentar.
SCHWARZ:
Me gusta que la música cautive al oyente, como
me gusta que los discos de los demás me cautiven a
mí. Es cierto que a veces utilizo estructuras
repetitivas para crear un efecto hipnótico, porque
de ese modo la música se transforma en una droga y
provoca los efectos de una droga.